Uno de los productos financieros más conocidos y útiles que ofrecen las entidades son los créditos. No obstante, es habitual que en el instante de su contratación se incluyan aspectos que resultan rentables únicamente para los bancos. Puede saber si este es tu caso contactando a un abogado en Sevilla especialista en estos temas.

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¿Qué tener en cuenta al contratar un Abogado Créditos en Sevilla?

¿Qué es un crédito?

Dicho en términos fáciles, un crédito consiste en un contrato entre dos personas denominadas acreedor y deudor. Por una parte, el acreedor es la persona que le «presta» una cantidad económica determinada al deudor. A cambio, el deudor se compromete a reembolsar el préstamo en su totalidad, aparte de abonar una cantidad predeterminada de intereses. En caso que no se liquide toda la deuda en el tiempo acordado, se reinicia el proceso con el monto sobrante hasta el momento en que el deudor finalice de pagar todo el crédito.

Aunque los conceptos de préstamo y crédito están relacionados entre sí, realmente corresponden a productos financieros distintos con particularidades propias, como vamos a ver a continuación.

¿Qué diferencia existe entre un crédito y un préstamo?

Los préstamos se efectúan cuando el prestamista entrega una cantidad económica concreta. En general se acuerda fraccionar los pagos en periodos concretos, que acostumbran a ser mensuales, trimestrales o semestrales. No obstante, en caso que la cantidad monetaria prestada sea pequeña, el pago deberá realizarse en una exhibición. En cualquier caso, no se acostumbra a entregar más dinero al deudor hasta el momento en que se haya pagado el préstamo en su totalidad. Aunque existen diferentes tipos, podemos citar a los préstamos hipotecarios como ejemplo de estos productos financieros.

En el caso de los créditos, lo más frecuente es que se ponga a la predisposición del cliente del servicio una determinada cantidad de dinero a fin de que lo utilice en el instante y de la forma que desee. Por consiguiente, pueden usar todo el dinero disponible en una sola compra o realizar distintas adquisiciones hasta lograr el límite tolerado. Podemos destacar que únicamente produce intereses la cantidad económica usada, si bien asimismo acostumbra a cobrarse una cuota anual por el uso del crédito. En un caso así sobresalen las tarjetas de crédito y las Revolving como unos ejemplos de estos productos.

¿Cómo puedes reclamar los intereses de los créditos?

Existe la posibilidad de demandar a raíz de los créditos. No obstante, es importante resaltar que no se puede hacer en todos los casos. En realidad, la primera cosa que hay que determinar es si se generó usura en el cálculo del género de interés, esto es, que se cobren intereses desmesurados. Si ese es el caso, se va a poder presentar un reclamo a raíz de los intereses de los créditos.

Lo primero que deberá efectuarse es un estudio detallado del caso por la parte de un letrado especialista en créditos. En caso que el letrado determine que procede el reclamo, presentará un recurso extrajudicial. Si no se consigue ningún acuerdo, entonces será preciso acudir a los tribunales. Y, evidentemente, en este momento la asesoría de abogados especialistas es indispensable para conseguir el resultado deseado. Contacta a los letrados de la comparativa precedente para hallar al más indicado.