La nulidad no consiste en la disolución de la unión marital. Más bien, corresponde a declarar que jamás debió haberse efectuado y, por tanto, es invalido. Debido a que no cumple los requisitos mínimos, no puede mantenerse como una unión legal. Sin importar un mínimo qué es lo que dé origen a la nulidad, debe tratarse de actos contrarios a la normativa vigente, por lo que no es procedente su celebración. Entonces, la nulidad marital equivale a apuntar que jamás existió el matrimonio, si bien esto no elimina las responsabilidades de los progenitores con respecto a sus hijos.

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¿Qué tener en cuenta al contratar un Abogado de Nulidad Matrimonial?

¿Qué tipos de nulidad matrimonial existen?

Debido a que en España existen dos formas de legalizar una unión matrimonial, también existen dos géneros de nulidad, a saber, la civil y la canónica.  La civil se fundamenta en la normativa expuesta en el Código Civil, al paso que la preceptiva toma en cuenta los lineamientos de la iglesia. 

¿Cuáles son las causas de la nulidad matrimonial eclesiástica?

Es posible reclamar la nulidad eclesiástica sobre 3 causales, a saber:

• Impedimentos existentes.
• Vicios de permiso.
• Defecto en la liturgia.

En vista que cada una tiene características distintivas, lo mejor es asegurarse con abogados especialistas en derecho eclesiástico para determinar el mejor proceder. 

¿Cuáles son las causas de la nulidad matrimonial civil?

La nulidad matrimonial por medio de la vía civil es más abarcadora e incluye otras causales. Son las siguientes:

¿Es necesario contratar a un abogado especializado en nulidad matrimonial?

Comúnmente se acostumbra a preguntar si es precisa la consultoría de abogados especialistas en derecho de familia para demandar la nulidad matrimonial. La cuestión surge en vista que en ocasiones existen suficientes pruebas, desde la óptica del demandante. No obstante, la legislación actual indica que es necesaria la representación de un procurador y un abogado para llevar el caso ante los tribunales. Es importante resaltar que no se trata de un proceso similar al del divorcio, a diferencia de lo que opinan muchas personas. Por poner un ejemplo, en los procesos de divorcio no es necesario presentar ningún justificante para pedirlo, puesto que es suficiente con la intención de cuando menos uno de los cónyuges. Sin embargo, en los procesos de nulidad matrimonial es indispensable presentar pruebas que justifiquen la demanda.