La emancipación es un recurso legal que permite a una persona menor de edad recibir algunos derechos correspondientes a las personas que han pasado la mayoría de edad. Por lo tanto, la persona que es emancipada adquiere algunas responsabilidades y obligaciones, pero con limitaciones. ¿Qué requisitos deben cumplirse para efectuar la emancipación?, ¿en qué supuestos se suele otorgar?, ¿qué impedimentos legales tienen quienes han sido emancipados? A continuación responderemos estas preguntas.
¿Quienes pueden ser emancipados?
Antes de responder esta pregunta debemos entender el concepto de mayoría de edad desde el punto de vista legal. Se trata de una designación para referirse al momento en el que la persona adquiere independencia y, por lo tanto, no requiere autorización de un tutor para realizar sus actividades cotidianas. Desde ese momento se le considera completamente responsable de sus actos, por lo que deberá responder ante la justicia en caso de actuar de forma indebida. Una excepción es cuando la persona implicada no ha desarrollado adecuadamente sus capacidades mentales y, por lo tanto, no es autosuficiente.
La mayoría de edad se obtiene en España al cumplir 18 años. A partir de este momento se extingue la patria potestad ejercida por los padres o tutores y el individuo se convierte en ciudadano. Pues bien, la emancipación permite que una persona menor de 16 años, pero menor de 18, reciba ciertos derechos y obligaciones reservadas a las personas mayores de edad. Por lo tanto, aunque aún no alcanza la mayoría de edad puede actuar como un adulto.
Circunstancias que requieren la emancipación.
Existen varios supuestos por los que alguien podría ser emancipado. Pudiera tratarse de una decisión voluntaria de los padres o tutores para otorgarle más derecho. Otro supuesto es cuando el menor contrae matrimonio, entendiéndose que ya no estará bajo la tutela de terceros. Además, existe la posibilidad de que un menor sea emancipado por decreto judicial. Veamos detalladamente en qué consiste cada una.
Concesión de los padres o tutores: Cada vez es más común que personas menores de 18 años vivan de forma independiente. En ese caso, si ya es mayor de 16 años y quienes ejercen la patria potestad están de acuerdo, se le puede otorgar la emancipación. Como consecuencia, los padres o tutores pierden la patria potestad de forma irrevocable; es decir, la emancipación es un proceso permanente. Para realizarla deberán acudir a la oficina de un notario para redactar y firmar la escritura pública. Posteriormente deberá inscribirse en el Registro Civil correspondiente. Cabe destacar que en este proceso deben estar de acuerdo todos los implicados.
Por resolución judicial: Bajo ciertas circunstancias es posible demandar que un juez le otorgue la emancipación a un mayor de 16 años. En este caso, no se requiere que quienes ejercen la patria potestad estén de acuerdo. Existen diversas razones para solicitarla, como el hecho que quién ejerce la patria potestad se haya vuelto a casar o, en su defecto, que conviva de hecho con otra persona. También puede solicitarse si los padres deciden romper su matrimonio. Una última opinión es cuando los padres o tutores, aunque aún viven juntos en el mismo hogar, representan una amenaza para la integridad del implicado. En cualquier caso, aunque se tomará en cuenta la opinión de los padres, será el juez quien determine si se concede la emancipación al interesado o no.
Circunstancias para solicitar la emancipación.
Existen diferentes motivos por los que solicitar la emancipación. Por supuesto, si una persona ya es independiente, quizá porque vive por sus propios medios, se considera que es autosuficiente. Con la finalidad de otorgarle mayores facultades legales, los padres o tutores pueden emancipar al menor.
Otra opción común es cuando el menor desea casarse. Anteriormente podía realizar el trámite sin necesidad de contar con la aprobación de quién ejerce la patria potestad, pero actualmente ya no es posible. Antes de contraer matrimonio, el menor debe ser emancipado. De esto se desprende algo adicional: no es posible casarse siendo menor de 16 años, pues la emancipación sólo se puede otorgar después de esa edad.
Por último, como ya hemos mencionado anteriormente, se suele otorgar la emancipación por la vía judicial si quién ejerce la tutela se vuelve a casar. Claro está, si la persona implicada no tiene ninguna objeción en que su padre o tutor aún ejerza la patria potestad sobre él, entonces no es necesario demandar que se le otorgue. De hecho, el factor clave que considerará el juez en caso de solicitar la emancipación por la vía judicial será el bienestar real del implicado.
Qué derechos otorga la emancipación.
En este artículo hemos mencionado algunos de los derechos que obtienen quienes son emancipados, como celebrar contratos matrimoniales. Aunque es cierto que en algunos aspectos se les otorgan los derechos de quienes han pasado la mayoría de edad, existen algunas limitaciones. Por eso, a pesar de que ya no está limitado por la patria potestad, todavía no es considerado una persona adulta en el sentido pleno, desde el punto de vista legal.
Un aspecto interesante es que la persona que ha sido emancipada no puede hacer ciertas cosas sin el consentimiento de sus padres. La única excepción es que la persona emancipada se haya casado con una persona mayor de edad. En ese caso, deberá considerar la opinión de su cónyuge, en lugar de sus padres, en los siguientes casos:
- Realizar transacciones relacionadas con bienes inmuebles, como comprar, vender o hipotecar. Así mismo, no puede obtener préstamos económicos.
- No puede ser representante legal de otra persona, sin importar que se trate de alguien desaparecido o ausente.
- Referente a los testamentos, no se le permite aceptar una herencia sin beneficio de inventario, repartir una herencia o pedir una partición hereditaria. Tampoco está habilitado para otorgar testamentos escritos y firmados con su puño y letra.
- En vista que jurídicamente aún no tiene libertad plena para disponer de sus bienes, no puede ser tutor de un tercero.
Tomando en cuenta que la emancipación es un proceso irreversible, lo mejor es contar con los servicios de abogados expertos en derecho de familia. Así, se garantiza el mejor resultado.