El Código Civil español contempla dos figuras para regular la convivencia de una pareja en el mismo hogar. El primero corresponde al matrimonio y el segundo a la pareja de hecho. Una de las razones principales por las que se le ha dado legalidad a este tipo de uniones es por lo establecido en el artículo 39 de la Constitución Española en donde se establece claramente el ordenamiento para proteger a la familia. Ahora bien, ¿qué es exactamente la pareja de hecho? Veamos.
Características distintivas de la pareja de hecho.
Básicamente, en el momento en que dos personas deciden convivir sin formalizar un matrimonio, están constituyendo una pareja de hecho. Por supuesto, al igual que ocurre con otros aspectos de la vida cotidiana, el Código Civil establece algunos requisitos básicos que deben cumplirse. En primer lugar, se espera que la unión sea notoria y estable. Adicionalmente, es un requisito que no existan impedimentos legales para que se considere que la pareja de hecho está dentro del marco de la ley. Un aspecto importante es que ninguno de los implicados debe estar casado, puesto que en España está prohibida la poligamia.
Ahora bien, ¿cómo puede demostrar una pareja de hecho que llevan una vida en común? Esto se puede hacer a través de diferentes documentos legales que permitan comprobar aspectos básicos, como el hecho de que se comparte el mismo domicilio. Pueden utilizarse con este fin recibos de servicios a nombre de cada uno, correspondientes al mismo domicilio. También es posible utilizar estados de cuentas bancarias en donde ambos son titulares. Con esto, se puede inscribir la pareja en el Registro de Uniones de hecho. Por supuesto, este trámite será suficiente para comprobar la existencia de la figura legal de la pareja de hecho.
¿Qué derechos les otorga la ley a las parejas de hecho?
En vista que es posible registrar legalmente a las parejas de hecho, es lógico deducir que cuentan con derechos y obligaciones, al igual que ocurre con otras figuras legales. Uno de los aspectos interesantes es que existen diferentes derechos de acuerdo a la comunidad autónoma en donde resida la pareja. En este contexto, cabe destacar que en lugares como Baleares, Andalucía y Asturias las parejas de hecho tienen el mismo reconocimiento en lo referente a las sucesiones y donaciones. Sin embargo, para conocer los beneficios aplicables en cada caso, lo recomendable es informarse sobre los derechos de este tipo de uniones en cada comunidad autónoma. Para esto, puedes acudir a los abogados expertos en Derecho Civil, especialmente en el ámbito del derecho de familia.
Adicionalmente, las parejas de hecho también cuentan con otros derechos laborales y sociales derivados de su unión. Por ejemplo, en caso de fallecimiento, el cónyuge sobreviviente tiene derecho a que se le asigne una pensión de viudedad. En este sentido, la Ley General de Seguridad Social, en su artículo 221, indica claramente cuáles serán los requisitos aplicables. Dentro de los aspectos básicos, se espera que el sobreviviente compruebe que sus ingresos del ejercicio anterior no sean iguales o superiores a los de su pareja finada. Sin embargo, en caso que haya hijos en común, el porcentaje desciende al 25%. Por otro lado, es importante que el sobreviviente presente un certificado de inscripción en un Registro de Uniones de hecho. Además, su inscripción debió haberse formalizado en un período anterior a los 2 años. Por último, debe comprobarse que existió una convivencia estable durante los pasados cinco años de forma ininterrumpida. Esto se puede comprobar mediante el certificado de empadronamiento, en donde debe figurar el mismo domicilio que el finado.
También, la legislación actual contempla los derechos inmobiliarios de las parejas de hecho. En este contexto se equiparan sus derechos a los qué gozan quienes han regularizado su situación a través de un contrato matrimonial. Por eso, en el supuesto que ocurra un fallecimiento mientras está vigente un contrato de alquiler, la parte sobreviviente puede valerse del derecho de subrogación legal para hacer frente a la situación.
Con respecto al derecho de sucesiones, el Código Civil también incluye aspectos que regulan la situación de las parejas de hecho frente a las herencias. Sin embargo, este es un elemento que queda a discreción de las normas aplicables en cada comunidad autónoma. Aún así, lo habitual es que en lo referente a las sucesiones se apliquen las mismas normas concernientes a los matrimonios. Aún así, existen algunas diferencias claras en la forma en que se designa la herencia. En algunos casos, pudiera ocurrir que no se considere que haya un vínculo familiar, específicamente conyugal entre los integrantes de una pareja de hecho. Por lo tanto, no podría designarse parte de la herencia obligatoria. En algunos casos, pudiera utilizarse el derecho de usufructo, que específica claramente que el cónyuge supérstite puede conservar el uso de la vivienda familiar. Ahora bien, en caso que la comunidad autónoma no considere a la pareja de hecho como un lazo conyugal con fines hereditarios, entonces el sobreviviente únicamente podrá recibir una tercera parte de la herencia. En este caso, si se decide heredar la vivienda y ésta sobrepasa el porcentaje que debe designarse, entonces el sobreviviente tendrá que pagar la diferencia a los herederos.
Maneras de formalizar una Unión de hecho.
Ya hemos mencionado que las parejas de hecho deben presentar pruebas inequívocas de la unión y convivencia. Ahora bien, anteriormente mencionamos que se considera legal la pareja de hecho cuando se inscribe en el Registro de uniones de hecho municipal. Sin embargo, cabe destacar que esta no es la única forma de darle legalidad a la unión. Una segunda opción es acudir ante notario para formalizar la pareja de hecho mediante una escritura pública.
Con referencia a la última opción mencionada, una de sus principales ventajas es que los implicados pueden recibir todo el asesoramiento pertinente para la formalización de su unión. Además, el notario podrá revisar que todo lo estipulado esté dentro del marco de la ley. Por último, la escritura pública también suele establecer el régimen económico común.
