Dicho en términos sencillos, el acuerdo prematrimonial, también llamado pre nupcial, es el documento que regula los pactos que adopta la pareja antes de casarse. Entre otras cosas, regula aspectos importantes sobre la convivencia matrimonial y el proceder a seguir en caso que ocurra una ruptura o extinción. Por supuesto, para que sea completamente válido debe regirse por las limitaciones establecidas por ley. Por eso, a continuación analizaremos detenidamente en qué consiste el acuerdo prematrimonial, cómo se adopta y cuáles son sus consecuencias.
Qué es el acuerdo prematrimonial.
Ya hemos mencionado que se trata de un acuerdo que adopta la pareja antes de formalizar su unión matrimonial. Existe un documento similar denominado acuerdo matrimonial que funciona de la misma manera que el acuerdo prematrimonial. La única diferencia estriba en el momento en que se formaliza dicho documento.
En vista de su similitud, tanto el acuerdo prematrimonial como el matrimonial se establece jurídicamente mediante las capitulaciones matrimoniales. Dicho de otra forma, se trata del documento legal que recoge todos los pactos acordados por los cónyuges. La recomendación habitual es que ambas partes cuenten con la asesoría de un abogado experto en derecho de familia. Esto les permite entender la trascendencia de pactar algo en especial. Adicionalmente, en vista que se trata de un documento con validez jurídica, lo mejor es que sea redactado por un letrado especialista.
Entre otras cosas, el acuerdo prematrimonial puede establecer claramente el régimen económico que estará vigente en el matrimonio. Por supuesto, para que este sea válido, debe ser un régimen previsto por la legislación vigente. En caso que se incluya una cláusula que esté claramente en conflicto con la Ley, para los efectos jurídicos será nula. Además, es importante que la configuración de las reglas que estarán vigentes se redacten de tal forma que no se induzca a error por entenderse algo diferente a la idea original.
¿En qué momento puede celebrarse el acuerdo prematrimonial?
Como su nombre lo indica, el momento para formalizar los acuerdos prematrimoniales es invariablemente antes de contraer matrimonio. Sin embargo, como ya mencionamos anteriormente, aún después de formalizarse el matrimonio puede redactarse un documento similar. Además, es posible modificar lo pactado con anterioridad, con la condición que ambas partes estén de acuerdo.
Lo anterior no significa que sea posible qué se formalice el acuerdo prematrimonial en cualquier momento previo al enlace. Las capitulacionesl dejarán de ser válidas si en el transcurso de un año desde su redacción no se formaliza el contrato matrimonial. Por este motivo, lo mejor es realizar todas las gestiones necesarias en el momento que parece un hecho que la unión matrimonial se realizará.
Con respecto a los pactos o acuerdos que incluyen las capitulaciones matrimoniales se establece el régimen que estará vigente mientras dure el matrimonio. También es posible estipular de antemano qué ocurrirá tras la extinción del contrato matrimonial. De hecho, es posible que se estipule un proceder distinto en caso que la extinción se produzca por separación o divorcio o si se produjera por fallecimiento de uno de los cónyuges. Y, en la misma línea de ideas, qué procedería en caso que se declarara la nulidad matrimonial.
¿Cuáles son los acuerdos que pueden incluirse?
Uno de los aspectos más recurrentes se relacionan con lo económico. Por ejemplo, podría determinarse de antemano que una cantidad específica del beneficio obtenido por la sociedad de gananciales sea utilizado para el desarrollo profesional de uno de los cónyuges. También, puede estipularse claramente qué tipo de gastos requieren ser autorizados por ambos y cuáles pueden realizarse sin consultar a la otra parte. En este último punto, es importante tomar en cuenta lo que estipula la legislación vigente.
Adicionalmente, pueden incluirse aspectos que regulen la relación intrafamiliar. Entre otras cosas, en caso que uno o ambos cónyuges tengan hijos en el momento de formalizar el contrato matrimonial, se puede establecer la relación que existirá entre todos los integrantes de la nueva familia. A este respecto, también es importante recordar que el Código Civil establece que la sociedad de gananciales, debe encargarse de la manutención y el cuidado de los hijos de ambos cónyuges qué convivan en la vivienda familiar. En párrafos siguientes, explicaremos brevemente en qué consiste la sociedad de gananciales. Mientras tanto, siguiendo el mismo orden de ideas, puede estipularse de antemano cuál será el régimen que se adoptará con respecto a los hijos en común en caso que ocurra una ruptura o extinción del matrimonio.
Además se pueden establecer acuerdos relacionados con el patrimonio perteneciente a la sociedad de gananciales. Sin embargo, antes de hablar de este punto, debemos entender claramente en qué consiste. Pues bien, en el momento que se contrae matrimonio en España también se formaliza la sociedad de gananciales, que es el régimen que regula los aspectos económicos del patrimonio común. El hecho que se le denomina sociedad indica que las reglas que establece se relacionan específicamente con el derecho mercantil. Esto es lógico si tomamos en cuenta que, desde el punto de vista legal, en matrimonio se formaliza a través de un contrato, al igual que en las transacciones mercantiles. Pues bien, entre otras cosas, regula la forma en que deben usarse los beneficios, o rentas, obtenidos desde que se formalizó el enlace matrimonial.
A este respecto, es importante distinguir entre el patrimonio común y el privado. En el caso de la sociedad de gananciales que, como hemos mencionado, es el régimen que regula el matrimonio mientras está vigente, establece que todos los bienes que se adquieren desde el momento de formalizar el matrimonio forman parte de la sociedad antes mencionada. Por lo tanto, en el caso que se produzca una ruptura, dicho patrimonio debe ser divisible entre ambas partes. Pues bien, con esta idea en mente, se puede establecer claramente a través de los acuerdos prematrimoniales cuál será la forma en que se dividiría dicho patrimonio, en caso de ser necesario.
En base a todo lo anterior, se comprende fácilmente la importancia de este recurso jurídico. La recomendación enfática de los expertos en derecho de familia es que se dedique suficiente tiempo a investigar los pormenores de las capitulaciones matrimoniales. Además, lo mejor es no aceptar un acuerdo sin estar plenamente seguro de lo que conlleva su aplicación.
