Para desalojar a los okupas (ocupantes ilegales de un inmueble) deberás recurrir al desahucio por precario. Es importante que evites intentar sacarlos de la propiedad por tus propios medios, especialmente porque te podrías acarrear serios problemas legales. Con esa idea en mente, veremos cómo desalojar a los okupas de forma legal.
¿Por qué es necesario recurrir al desahucio por precario?
Esto se deduce fácilmente del significado de la palabra precario. Con este término se hace referencia cuando una persona posee un bien que no es de su propiedad. Existen dos tipos de situación de precario, uno legal y el otro ilegal.
Con respecto al precario legal, básicamente se refiere a la permisividad del propietario a que otra persona posea el bien en cuestión. Podemos entender esto fácilmente si pensamos en un individuo que posee una vivienda y le ha permitido vivir en ella a un familiar, sin que pague ningún tipo de renta. En este caso, aunque el ocupante posee el inmueble a pesar de no ser de su propiedad, el propietario es consciente de la situación y la permite. No existe ninguna ilegalidad en esta situación.
Ahora bien, también puede darse el caso que la situación de precario sea ilegal. Por ejemplo, si una persona se instala en una vivienda, estaría en situación de precario ilegal si el propietario no ha dado su autorización. A la persona que está en situación de precario ilegal también se le conoce como okupa. Puedes notar que la forma de escritura es incorrecta, puesto que habitualmente no se escribe con la letra k. Sin embargo, la palabra okupa, con sus diferentes variantes, es aceptada por la Real academia Española, principalmente porque la falta de respeto a las reglas ortográficas indica la condición irrespetuosa a las reglas de quién está en situación de precario como okupa.
Ahora bien, con esta idea en mente entendemos que el desahucio por precario se refiere a cuando existe la necesidad de desalojar a los habitantes de una vivienda que se han instalado de forma ilegal. Sin embargo, puede ser que te preguntes por qué es necesario el desahucio por precario por la vía judicial. Esto es así por un derecho fundamental registrado en la Constitución española.
Por qué es necesario que el desahucio sea a través de la vía judicial.
Básicamente, cuando existe un problema de okupas entra un conflicto de intereses, claramente regulados por la legislación vigente. Por un lado, es un hecho innegable que el inmueble le corresponde al propietario, por lo que tiene todo el derecho de reclamarlo a través de la vía legal. Si nos quedamos únicamente con esta idea en mente, sería fácil llegar a la conclusión que, en caso de haber un problema de okupas, el propietario podría solucionar el asunto por sus propios medios. Sin embargo, esto sería lo peor que pudiera hacer, especialmente porque podría acarrearle problemas legales. Incluso pudiera incurrir en delitos. Pero, ¿por que si la vivienda es suya?
Es aquí donde entra en juego otro concepto importante recogido en la Constitución española, a saber la inviolabilidad del domicilio. Se trata de un derecho fundamental que se le otorga a todas las personas, sin importar cuál sea su condición o sus circunstancias. Por lo tanto, aunque se encuentre en situación de okupa, lo cierto es que tiene el derecho legal que se respete su domicilio actual. Esto nos ayuda a entender que el propietario del inmueble no puede irrumpir en su propia vivienda por sus propios medios, pues estaría violando un precepto básico de la Constitución española.
Con esta idea en mente es fácil entender por qué se requiere que el desahucio por precario sea ordenado por los tribunales. El propósito principal es declarar ilegal la ockupa del inmueble, produciendo una base legal para retirarle el derecho a la inviolabilidad del domicilio y, como resultado, que pueda producirse el lanzamiento de la vivienda.
Pasos para demandar el desahucio por precario.
Lo primero que hay que hacer es promover un desahucio por precario ante los tribunales. Cabe destacar que este recurso legal puede ser demandado por cualquier persona que pueda demostrar el derecho legítimo a usar la vivienda. Por lo tanto, no es necesario que el propietario sea quién promueva este recurso legal. Un ejemplo de esto sería cuando los okupas empiezan a habitar un inmueble que el propietario había arrendado a un tercero con anterioridad. En este supuesto, tanto el propietario como el arrendatario podrían promover el desahucio por precario.
El procedimiento se delinea en la ley de enjuiciamiento civil, específicamente en el artículo 250. Actualmente se trata de juicios verbales caracterizados por la rapidez con la que se efectúan. De hecho, como promedio puede finalizar el proceso en uno o dos meses.
Ahora bien, como es lógico, al promover el desahucio por precario, el demandante debe comprobar la titularidad o el derecho de ocupación de la vivienda. En el caso de propietario, podrá presentar las escrituras o cualquier otro documento que le acredite la titularidad del inmueble. Además, como dijimos anteriormente, un arrendatario también puede demandar el desahucio por precario, y para hacerlo será suficiente con que presente el contrato de arrendamiento. Así comprobará el derecho de ocupación.
Sin importar quien haya presentado la demanda, el juzgado solicitará a los okupas que presenten pruebas de su derecho a ocupar la vivienda. Por supuesto, al no disponer de ningún comprobante, se llegará a la conclusión que lo están ocupando de forma ilegal. En otras palabras, se está incurriendo en una situación de precario ilegal, con lo que procede el lanzamiento.
Ahora bien, después que el juez ordena el desalojo del inmueble, los okupas cuentan con 20 días hábiles para recurrir la sentencia. En caso de no hacerlo, se procede a lanzamiento inmediato, a través de los cuerpos de seguridad.
Como puedes notar, la legislación vigente agiliza el proceso para recuperar una vivienda que ha sido ocupada ilegalmente. Al igual que ocurre con otros procesos de este tipo, lo mejor es contar con los servicios de abogados expertos en derecho inmobiliario para determinar cuál es el proceder correcto.
