El despido improcedente puede desencadenar un proceso que puede resultar abrumador para el trabajador, especialmente si no está familiarizado con sus derechos. En estas circunstancias, es fundamental contar con la asesoría de un profesional experto que conozca las leyes laborales y busque obtener el resultado más favorable para el empleado. En la siguiente comparativa encontrarás información relevante sobre los mejores abogados especializados en despidos en Cádiz.
Legálitas
Bajos
Nivel de Precios
- Más de 20 años
- Más de 500
- Sí
- Especialista
- Todas las áreas del Derecho
J. Bruzón Abogados
Medios
Nivel de Precios
- Más de 15 años
- 2
- Sí
- Especialista
- Derecho Penal
Ortiz Abogados
Medios
Nivel de Precios
- 30 años
- Más de 8
- La atención se realiza en equipo
- Generalista
- Derecho penal, civil, sucesiones, bancario, etc.
Dávila y Asociados
Medios
Nivel de Precios
- 40 años
- 12
- Ofrecen una dedicación atenta y constante al cliente
- Generalista
- Derecho civil, penal, mercantil, etc.
Alba y Herreros Asociados
Medios
Nivel de Precios
- Menos de 20 años
- 2
- Su trato es cercano pero no indican que sea dedicado
- Generalista
- Derecho civil, penitenciario, familia, etc
Bufete Canalejas
Altos
Nivel de Precios
- Más de 40 años
- 17
- Atención por parte de un equipo
- Generalista
- Derecho civil, mercantil, bancario, etc.
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¿Qué tener en cuenta al contratar un Abogado de Despidos?
¿Qué tipos de despido existen en España?
En España, existen tres tipos de despidos: el objetivo, el disciplinario y el colectivo. Cada uno de ellos implica un proceso diferente, pero el motivo de la separación del trabajador debe estar especificado en la carta de despido.
El despido objetivo ocurre cuando la empresa necesita prescindir de un número determinado de empleados por razones económicas, técnicas, organizativas o de producción. La empresa debe justificar la causa del despido. Sin embargo, en este tipo de despido también pueden existir causas imputables al trabajador, aunque no sea su culpa.
Por ejemplo, cuando el trabajador no cuenta con las condiciones físicas o psíquicas necesarias para desempeñar adecuadamente su tarea asignada, o cuando la empresa ha realizado cambios técnicos y el trabajador no puede adaptarse. En estos casos, la empresa debe proporcionar la formación correspondiente y esperar al menos dos meses antes de poder llevar a cabo el despido. Otra causa atribuible al trabajador es la falta injustificada del veinte por ciento de las jornadas hábiles durante dos meses consecutivos.
El segundo tipo de despido, el disciplinario, es aquel en el que se considera al trabajador culpable. Las causas que pueden provocar este tipo de despidos incluyen ausencias o retrasos repetidos e injustificados, desobediencia a las órdenes, ofensas físicas o verbales hacia los empleadores o compañeros de trabajo, disminución voluntaria en el rendimiento acordado, acoso laboral y embriaguez o toxicomanía que afecte negativamente al desempeño laboral.
El tercer tipo de despido es el colectivo, también conocido como Expediente de Regulación de Empleo (ERE). Este tipo de despido implica la terminación de un número significativo de puestos de trabajo debido a razones económicas, técnicas, organizativas o de producción.
¿Puedes ser indemnizado por un despido improcedente?
La indemnización compensatoria para un trabajador despedido de forma improcedente se calcula considerando las causas del despido, el salario y los años de servicio en la empresa.
Cuando el despido no es atribuible a ninguna de las partes, la indemnización es de 20 días por año trabajado, con un tope de doce meses.
Existen diferentes reglas para calcular las indemnizaciones dependiendo de la fecha de inicio del contrato. Para los contratos posteriores al 12 de febrero de 2012, la indemnización es de treinta y tres días por año trabajado, con un máximo de 24 mensualidades.
Para los contratos anteriores a esa fecha, se aplica una indemnización mixta. Para el tiempo trabajado antes del 12 de febrero de 2012, la indemnización es de cuarenta y cinco días por año, con un máximo de cuarenta y dos mensualidades. Para el tiempo posterior a esa fecha, la indemnización es de 33 días por año, con un tope de veinticuatro mensualidades.
Es importante distinguir entre la indemnización y el finiquito. El finiquito se refiere a los pagos pendientes al trabajador en el momento del despido, como los días trabajados en el mes del despido, horas extras no pagadas y vacaciones no disfrutadas correspondientes al tiempo trabajado. El trabajador siempre recibe el finiquito, independientemente de la causa del despido.
¿Por qué es recomendable contratar un abogado especializado en despidos?
El cálculo de una indemnización en casos de despidos improcedentes es un proceso complejo que requiere tener en cuenta múltiples factores para garantizar que el valor a percibir sea el correcto. Por esta razón, es altamente recomendable buscar el asesoramiento de un abogado especializado en despidos. De esta manera, podemos asegurarnos de que la indemnización recibida sea la adecuada según lo establecido en la ley.